Esta web utiliza cookies propias y de terceros para recopilar información que ayuda a optimizar la visita, aunque en ningún caso se utilizan para recoger información de carácter personal.

Más información

Los negocios de restauración de Júzcar experimentan un gran auge

Ayuntamiento de Júzcar  • ayuntamiento@juzcar.es  • 952183500
Ayuntamiento de Júzcar
Ayuntamiento de Júzcar  • ayuntamiento@juzcar.es  • 952183500

Noticias


Los negocios de restauración de Júzcar experimentan un gran auge

El municipio de Júzcar cuenta con diversos negocios dedicados a la restauración que han experimentado un gran auge en los últimos años debido, sobre todo, al incremento exponencial de visitantes que acuden al Pueblo Pitufo. Estos establecimientos se caracterizan por ser de tipología muy variada y por ofrecer a los comensales productos de primera calidad, de la zona y de temporada.

Por un lado, Iván Sastre, chef y copropietario del Hotel Bandolero junto a David Nuyen, ha explicado que su negocio abrió las puertas hace diez años en una apuesta firme por el fomento del turismo rural en un entorno provilegiado. Las instalaciones cuentan con ocho habitaciones dobles, tres grandes salones, restaurante, chocolatería, terraza y piscina. Además, desde el hotel se ofrecen diferentes actividades relacionadas con Los Pitufos y dirigidas a los niños. En cuanto a la gastronomía, en este establecimiento se elaboran exquisitos platos con productos de la zona, destacando las carnes (su plato estrella es el cochinillo), las verduras y, cómo no, las castañas y las setas. En el Hotel Bandolero también se realizan confituras, mermeladas y salsas de manera totalmente artesanal. Sastre ha reconocido que desde que Júzcar está pintado de azul han mejorado bastante las ventas en su negocio y también han aumentado tanto las perspectivas laborales como los servicios que se ofrecen a los turistas.

Por otro lado, Alejandro Fernández, propietario del Bar Torricheli, ha indicado que su negocio lleva abierto unos 23 años en el centro del municipio ofreciendo a los visitantes una amplia variedad de tapas, comidas caseras y platos elaborados como albóndigas, carrillada, callos o migas, siendo sus productos relacionados con el cerdo ibérico los más demandados. Fernández se ha mostrado muy satisfecho con la marcha de su negocio, ya que es muy conocido tanto por vecinos como por visitantes, que cuando vuelven a Júzcar suelen repetir la experiencia de acudir al Bar Torricheli. En este sentido, se ha mostrado encantado de ver su pueblo pintado de azul, lo que ha propiciado que haya contratado a más personal en el bar para atender la ingente demanda durante los fines de semana.

Otro establecimiento singular de Júzcar es El rincón de Alicia. Simón Marina, su titular, ha comentado que el negocio comenzó su andadura hace más de tres años tras haber presentado un proyecto al ayuntamiento, que les cedió un local municipal. Este llamativo rincón del municipio empezó siendo una tetería que ofrecía a sus clientes servicios de biblioteca y videoclub, aunque con el paso del tiempo han ampliado su oferta incluyendo zona de juegos, mirador y una gran diversidad gastronómica. En este sentido, El rincón de Alicia se caracteriza por llevar a cabo una cocina diferente en la que se usan productos de calidad del entorno, como carnes en diversas formas, ensaladas y originales e innovadoras elaboraciones propias. Simón Marina ha calificado como una maravillosa iniciativa el hecho de que Júzcar haya sido nombrado el primer y único Pueblo Pitufo del mundo, lo que ha supuesto una promoción tremenda y un aumento de las oportunidades tanto en el municipio como en las localidades vecinas.

Por último, además de los establecimientos señalados anteriormente, Júzcar cuenta con otros negocios dedicados a la restauración que ofrecen un trato y unos productos magníficos a todos sus clientes. Es el caso del restaurante-piscina municipal, que abre en temporada de verano, el Bar Plaza, que hace lo propio durante los distintos eventos que tienen lugar en el pueblo a lo largo del año y en momentos de máxima afluencia turística y, para finalizar, el bar-taberna Casarón.